
No es una persona; es como todos los habitantes de esta franja del río, una determinada intensidad de existencia que ocupa, se envasa en la forma de su particular manía, su particular idiotez. Porque sólo nos diferenciamos por el tipo de autonegación que hemos elegido o nos fue impuesto.
El estilo de escritura es parsimonioso, algo denso, "opaco" describe la reseña de la contratapa, y creo que es un adjetivo acorde a la prosa cadavérica que aletarga la narración y lo tiñe todo de gris. No es para nada complaciente, incluso las acciones inocentes o ingenuas son descriptas con adjetivos filosos, desmentidas en su carácter de espontaneidad o gratuitidad.
Dueño de un vocabulario rico y de un lenguaje reflexivo, rayano en lo lírico, se pasea por las cabezas de todos los personajes describiendo lo que piensan, desmitificando actitudes tenidas por irreprochables, analizando gestos, develando muecas, anticipando movimientos, poniendo de manifiesto siempre la hipocresía por medio del divisamiento de intereses escondidos que subyacen en los presuntos motivos de todas las acciones.
Todo ocurre en Santa María, un pequeño pueblo, tranquilo, del cual supe, consultando bibliografía al respecto, que es invención del autor y es el escenario de muchos de sus libros, la alegoría necesaria sobre la cual plasma lo que vive.
El narrador es infrasciente, cito aquí esta frase que leí de un artículo que me pareció bien ilustrativa: un narrador falible, testigo de hechos que no entiende del todo y que cuenta a través de elipsis, silencios y frecuentes incisos [Expresión que se intercala en otra con autonomía gramatical para explicar algo relacionado con esta.. RAE Está minado de ellas, proposiciones subordinadas explicativas que, gracias a este artículo me entero que se denominan "incisos"]
Una variedad de personajes se mezclan en la historia de un burdel rechazado por el pueblo y censurado por el cura de la iglesia:
Jorge, un joven de 16 años, que mantiene una enfermiza relación con la viuda de su hermano mayor, la cual lo confunde con el finado o juega a confundirlo y monta repetidamente una escena ficticia de "embarazo póstumo" que sólo él se apresta a creer : viene en silencio y me coloca la punta de los dedos en la espalda (...) tendré que morir por unas horas para que ella vuelva a tener a mi hermano
Barthe,un senador venido a menos que, a cambio de que voten la ley del prostíbulo, se aviene a votar otra ley otrora rechazada.
....Larsen, o Juntacadáveres, el hombre que es contactado por el senador Barthe para dirigir el prostíbulo y que recolecta prostitutas, un judío metido en un pueblo de gente rubia y gringa que le es hostil... 

Junta había descubierto que lo que hace pecaminoso al pecado es su inutilidad, aquella perniciosa manía de bastarse a sí mismo (...)
....Había que vivir y por eso inventó el patronazgo de las putas pobres, viejas, consumidas, desdeñadas. Impasible en el centro de las miradas irónicas, en restaurantes que servían puchero en la madrugada, sonriendo a gordas cincuentonas y viejas huesosas con traje de baile, paternal y tolerante, prodigando oído y consejos, demostrando que para él continuaba siendo mujer toda aquella que lograra ganar billetes y tuviera la necesaria y desesperada confianza para regalárselos
....Las mujeres que le gustaban, las todavía jóvenes (...) eran imposible, nada provechoso tenían que hacer con él. Las otras, las que ya estaban acorraladas por la vejez y la falta de hombre, vendrían solas...
Marcos, el cuñado de Jorge, un fanático religioso en apariencia que pugna por terminar con la casa de citas a puño de pistola...
Como dice mi tío el cura, se necesita el apoyo de Dios(...)se puede hacer cualquier cosa con pureza.
Las muchachas de la Acción Cooperativa que se reúnen a escribir volantes anónimos en contra del prostíbulo, ya sea con frases moralistas, exhortativas o con carácter de acusación cuando pasaban en limpio la lista de nombres de aquellos que habían frecuentado el bulín.
Los Caballeros de la Liga que montaban guardia las 24 horas en los alrededores del prostíbulo y apuntaban los nombres de aquellos que incurrían en el pecado y la fecha exacta del acto.
El padre Bergner, un sacerdote un tanto hipócrita que estimula a sus fieles a hacer algo para desterrar el demonio que acaban de dejar entrar al pueblo en forma de prostíbulo.
Lanza, un cantinero culto, de quien se leen reflexiones como estas:
(...) el hombre es disipación y el miedo a la disipación
El doctor Diaz Gray, quizás el más solitario y vacilante personaje, un intermediario, sin duda una sombra de su pasado y un vacío de lo que no pudo ser.
Las prostitutas, Nelly, Irene y María Bonita, los cadáveres. Las dos primeras salen a la calle el día libre y pasean por la ciudad a pesar de las miradas despectivas, asqueadas y reprochadoras de los hombres y mujeres del pueblo. María Bonita, a la cual se la describe como inmoral y prudente, la que no sale jamás de la casa de citas por miedo a enfrentarse con el pueblo, reticente y hostil, que las culpa.
Entonces conoció a María bonita y estuvo seguro de que la realización de los ideales depende del grado de renunciamiento de que seamos capaces
Quiero citar estas reflexiones que exteriorizaron algunos personajes, me parecieron relevantes:
Nada de lo importante puede ser pensado, todo lo que importa debe arrastrarse con uno, como una sombra.
Larsen, alias Juntacadáveres
Un viejo no es uno que fue joven, es alguien distinto, sin unión con su adolescencia, es otro.
Jorge Malabia
Dejo el link de una serie de artículos redactados por catedráticos acerca del estilo particular del uruguayo Juan Carlos Onetti, su narrativa y el contexto histórico y literario. Me parecieron muy interesantes y acertados, pueden tomarse como complementos bibliográficos: http://cvc.cervantes.es/literatura/escritores/onetti/acerca/ainsa.htm