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Sugerencia de la semana: Noche en el hotel, Slawomir Mrozek (microcuento)

lunes, 22 de marzo de 2010

Página asesina, de Julio Cortázar

Página asesina

En un pueblo de Escocia venden libros con una página en blanco perdida en algún lugar del volumen. Si un lector desemboca en esa página al dar las tres de la tarde, muere.


miércoles, 17 de marzo de 2010

"Crónicas marcianas", de Ray Bradbury

    Novela cuyos capítulos pueden leerse independientemente unos de otros, lenguaje casi lírico, impregnado de impresiones sinestésicas diría yo; es un libro genial de ciencia ficción que, a partir del conocimiento de la naturaleza destructiva de la raza humana, preludia el arribo a Marte y las consecuencias de ése y de todos los viajes posteriores al planeta rojo. Gran ingenio y creatividad, a Ray Bradbury no le asusta recrear un mundo paralelo cuya civilización está a la altura o, incluso, por encima de la nuestra.
    Los humanos nos sobrestimamos, en realidad es bien fácil ser superados. Es una obra llena de suspenso, imaginación, cuyos personajes terrestres suben a un cohete con destino a Marte escapando de la desidia en que ha caido el planeta Tierra, o esperando reconstruir allí arriba valores perdidos, como la libertad de imaginar, fuertemente censurada y desterrada. Otros van por simple codicia.
    Es curioso notar en la crónica "Un camino a través del aire (Junio de 2003)" el grado de esclavitud en el que imagina sumida a la raza negra en un futuro aún lejano, pues aunque el libro haya sido escrito en 1950 (y sería común esa visión en este contexto) , sus crónicas van fechadas desde 1999 al 1926, lo que pone de manifiesto quizás la gran dezasón que sentía al respecto y la poca esperanza de cambios. En este relato los afroamericanos van a buscar la libertad negada a otro planeta.
    Pero, cuidado, en piso ajeno, los alienígenas son los humanos.
Un fragmento de la obra
    "-Pobre criatura. Lo sacaré de esa miseria que lo llevó a imaginar este cohete y estos tres hombres. Será interesantísimo ver cómo sus amigos y su cohete se disipan en cuanto yo lo mate. (...) El psiquiatra salió de la nave después de hurgar, golpear, escuchar, oler y gustar durante media hora.
—Y bien, ¿está usted convencido? —gritó el capitán como si el señor Xxx fuera sordo.
El psiquiatra cerró los ojos y se rascó la nariz.
—Nunca conocí ejemplo más increíble de alucinación sensorial y sugestión hipnótica. He examinado el «cohete», como lo llama usted.—Golpeó la coraza—Lo oigo. Fantasía auditiva. —Inspiró. —Lo huelo. Alucinación olfativa inducida por telepatía sensorial. —Acercó sus labios al cohete. —Lo gusto. Fantasía labial. (...)
-¡Soy de la Tierra! Me llamo Jonathan Williams y estos…
-Sí, ya lo sé -dijo suavemente el señor Xxx, y disparó su arma.
El capitán cayó con una bala en el corazón. Los otros tres se pusieron a gritar. El señor Xxx los miró sorprendido.
-¿Siguen ustedes existiendo? ¡Soberbio! Alucinaciones que persisten en el tiempo y en el espacio. -Apuntó hacia ellos.- Bien, los disolveré con el miedo.
-¡No! -gritaron los tres hombres.
Quedaron tendidos en la arena, intactos, inmóviles. El señor Xxx los tocó con la punta del pie, y luego golpeó la coraza del cohete.
-¡Persiste! ¡Persisten! -exclamó y disparó de nuevo su arma, varias veces, contra los cadáveres. Dio un paso atrás. La máscara sonriente se le cayó de la cara (…) El rostro del menudo psiquiatra cambió lentamente. Se le aflojaron las mandíbulas. Soltó el arma. Miró alrededor con ojos apagados y ausentes. Extendió las manos como un ciego, y palpó los cadáveres... 
    Un fragmento del prólogo
por Jorge Luis Borges
    "Su tema es la conquista y colonización del planeta. Esta ardua empresa de los hombres futuros parece destinada a la épica, pero Ray Bradbury ha preferido (sin proponérselo, tal vez, y por secreta inspiración de su genio) un tono elegíaco. (...)¿Qué ha hecho este hombre de Ilinois, me pregunto, al cerrar las páginas de su libro, para que episodios de la conquista de otro planeta me llenen de terror y de soledad? (...) Acaso La tercera expedición es la historia más alarmante de este volumen. Su horror (sospecho) es metafísico; la incertidumbre sobre la identidad de los huéspedes del capitán John Black insinúa incómodamente que tampoco sabemos quiénes somos ni cómo es, para Dios, nuestra cara."
    No dejen de leerlo, adéntrense en ese mundo alucinante y caótico que encierran estas mágicas páginas. 

jueves, 11 de marzo de 2010

"Encontraos en mi nombre", de Maya Angelou


Aquí un libro de ágil lectura, pues está redactado sin tropiezos ni pretensiones, el texto es fluido, la narrativa es lineal, y no aburre. Se podría catalogar como una novela de iniciación. Autobiográfico, escrito en primera persona, encontramos a una adolescente negra relatándonos parte de su juventud que transcurre en el sur de un EE.UU de post guerra, donde las esperanzas de superación y crecimiento personal se ven ocluidas por los prejuicios raciales, en apariencia, superados.
La protagonista corre una maratónica carrera por demostrar su potencial y sufre las estocadas de la sociedad cuando sus metas la llevan a trasponer el umbral de lo permitido en una persona de color que, además, corre con la suerte de ser mujer.
Dispuesta a echar mano de cuanto recurso fuera necesario para ir por sus sueños, miente para cuadrar con los requerimientos del Establishment, vende su cuerpo por amor a un hombre que, una vez más, la defrauda, y busca el amor como la única posibilidad de salir a flote de ese circo que le cierra todas las puertas. Critica el prejuicio de la gente blanca con mucha rabia, pero no esconde el propio prejuicio que, aunque justificado, siente hacia ellos. Dice:

Yo, junto con otros niños negros, había aceptado la total polaridad de las razas como algo psicológicamente confortable.

A menudo confunde amor con oportunidad y arrastra a su pequeño hijo, en sus andanzas desesperadas por ser alguien, hasta ponerlo en peligro.

La Gran Mary se había ido con mi niño y también había mentido. Con lo cual lo había secuestrado. Si la policía venía, me preguntarían por mi trabajo. Una puta no era una madre apropiada y ellos podían arrebatármelo y meterme en la cárcel.

Predomina la relfexión, el reordenamiento mental, por sobre el mero relato de hechos.

Yo lo había amado y no lo había considerado como una persona de verdad. Y no había entendido hasta entonces que él tenía una vida propia más allá de ser mi hijo, mi niño guapo, mi muñequita, mi carga. (...) Él tenía tres años y yo diecinueve, y nunca jamás volvería a pensar en él como en un hermoso apéndice de mí misma.

Comentario desfavorable: Está plagado de leísmos (vicio de poner los pronombres le/les en lugar de la/s o lo/s)
Aún así, vale la pena leerla y la recomiendo. Me parece ideal para adolescentes, puesto que muchos recién se adentran en la lectura, otros no están acostumbrados a leer (hablando en términos generales), y es bueno comenzar con un libro cuyo lenguaje sea simple, su argumento lineal y su interpretación literal, por otro lado, la temática los refleja: la protagonista es una adolescente en crisis.

Es un libro que se combina perfectamente con esta canción de Victoria Santa Cruz: Me gritaron negra