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sábado, 28 de mayo de 2011

Saramago, una mirada triste y lúcida, Andrés Sorel

Para los que gustan de Saramago, este es un libro interesante, ya que nos acerca a él, más que a sus obras o, quizás, nos hace verlo a través de ellas. Con tono reflexivo, algo nostálgico, el autor ha querido mostrarnos al ser humano que hay detrás del escritor, cuáles son sus ideas, cómo ve el mundo y cuánto reniega del capitalismo, del consumismo, de la mercantilización de la cultura, de la tiranía de los medios de comunicación y de la burocratización de los partidos políticos. Lo que inquieta a Saramago (se me hace imposible utilizar el pasado), y está expuesto en múltiples paráfrasis y citas textuales, es la incapacidad del ciudadano de intervenir en las circunstancias de la vida pública. La incapacidad de pensar, no ya por sí mismo, si no ya de pensar, lisa y llanamente. El mundo de ciegos brutales que habitan sin nombres en Ensayo sobre la ceguera da buena cuenta de esta visión. Esa uniformización del pensamiento, esa masificación de la cultura, hizo que el escritor tuviera a bien representar a los individuos por sus roles, la mujer de, el médico o el niño estrábico. ....Hay múltiples datos que nos interesan a los que seguimos a José Saramago, como sus gustos personales, anécdotas, fragmentos de cartas y transcripciones de partes de conferencias, interpretaciones de hechos históricos, oficios que desempeñó, roles que tomó, circunstancias que lo marcaron, algunas fotografías, etc.
Y de fondo la música. (...) música, me dice, que ama, como esos estudios de Chopin que escuchamos, el opus 25 número 12 en do menor es su preferido.
El autor viaja a los lugares clave en la vida y en la obra de Saramago y apunta sus impresiones, siempre preñadas de recuerdos que comparte con el escritor biografiado. Describe las localidades, compara con el pasado, advierte la vertiginosidad del progreso, la ignorancia creciente y complaciente en que se solaza nuestro mundo, lleno de gentes que han dejado de ser y han pasado a tener sin pararse a reflexionar en lo que esto acarrea, ni en cómo afecta al planeta. 
Por su condición económica, Saramago postergó el estudio y aprendió a temprana edad el oficio de cerrajero. Fue mecánico, trabajó en el Hospital Civil de Lisboa y en las oficinas del registro civil. Ya escritor, fue influido especialmente por el jesuita Antonio Vieira, de quien tomó el conceptualismo y la tendencia al barroquismo, y también por Fernando Pessoa y Cammoes, entre otros.
Ese gusto por la oralidad, cierto tono bíblico, el relato sin pausa, la mezcla de estilos que se encuentra bien en el tono bíblico, de sermón moral o en la ironía cáustica del narrador que va introduciendo al lector en la historia y el análisis de la condición moral y ética de cuanto le rodea, explica, es parte de la herencia de Vieira asumida por Saramago, como asume la de muchos otros creadores que justifican la célebre explicación borgiana de que uno antes que escritor es lector.
Después del primer libro, Tierra de pecado, como ya sabemos, calló por diecinueve años. Hay algunas verdades que el mundo rechaza. Cuando retomó la pluma, lo hizo con poesía. Fue la única vez que incursionó en el género lírico y al parecer fue inducido por el impacto que le ocasionó la obra poética de José Regio.
Algunos, muchos, no quieren ver la mirada de Saramago, porque es una mirada lúcida y penetrante, éticamente irreprochable. Ellos se lo pierden. La mirada de un pesimista que no se conforma con ser otro ciego de los que exhiben en los salones de moda. Un pesimista a la manera que Mario Benedetti definió este concepto: un pesimista es un optimista bien informado.
Sorel define el estilo de Saramago como antiacadémico, humorístico, desacralizado y lleno de guiños intertextuales. Entre las muchas citas de Saramago que el autor inserta en el libro, no ya de su obra literaria, si no de sus opiniones públicas, disertaciones, entrevistas, ensayos, cartas, etc., hay mechadas valiosas palabras de otros intelectuales, que vienen a afirmar conceptos, a aclarar situaciones y a presentar escritores cuyas opiniones los vuelven de apetecible lectura.
Fragmento de la cita que hace Sorel de H. M. Enzensberger: El analfabeto secundario es producto de una nueva fase de industrialización. El medio ideal para el analfabeto funcional es la televisión. Al hecho de ser retrasado mental es a lo que debe la televisión su encanto, su irresistibilidad, su éxito.
Cita a Schopenhauer El optimismo en las religiones, como en la filosofía (podríamos añadir nosotros y en la literatura) es un error fundamental que cerca el camino a cualquier verdad.
Hace un recorrido de los libros de Saramago y va desentrañando su sentido y su intensión, develando algunos puntos de contacto con otros libros, desmadejando su sentido filosófico y político. Impulsa algunas interpretaciones que a los lectores se nos pasarían por alto por no conocer la historia del país del autor, la idiosincrasia cultural, la vida de éste, su forma de pensar, etc.
Puedo decir, que luego de esta lectura, me han invadido ganas de leer Memorial de convento (que a Umberto Eco ha deslumbrado), Todos los nombres (la que me falta para completar la trilogía que forma junto a Ensayo sobre la ceguera y La caverna, esta última es una espectacular mirada al consumismo y a la mentira en que vivimos inmersos) y Alzado del suelo, que denuncia la brutalidad de la represión policíaca y de la censura política, entre otras cosas (con base en hechos reales).
Para dar apellido al protagonista de la novela Alzado del suelo, el denominado Maltiempo, Saramago acudió al cementerio de Montemor, buscando en las lápidas apodos y nombres (...) Saramago no puede leer el capítulo que narra las torturas y asesinatos de uno de los protagonistas. Lloraría al releerlo, me reconoce.
La política es un tema transversal en este estudio. Saramago era comunista, de los que no se esconden, y este su condiscípulo se encarga de develar un poco la historia escondida tras la historia oficial, o tras el olvido, o tras la demonización de un partido tenido por terrorista.
Sin concesión alguna a los auténticos dioses que nos gobiernan: los de la Iglesia, el capital y el mercado, Saramago es la consciencia crítica y solidaria, el escritor y el ciudadano que no puede sentarse a la mesa del recompuesto poder.
Sorel nos deja ver cuánto le interesaba a Saramago el asunto de la educación, cuánto le preocupaba la degradación de ésta y la pérdida general de valores humanos. También nos previene del desprecio de ciertas elites de intelectuales hacia los escritores llamados socialmente comprometidos. Ahora está de moda escribir para entretener.
Pero los maestros no son valorados, no son el "ejemplo" para quienes ensalzan sin embargo a corruptos personajes que triunfan en la política, los negocios, los deportes, la cultura del espectáculo, lo peor de la vida pública. Y lo que se obtiene es el estímulo a la violencia, la perversión de los valores humanos, se alimenta el miedo y las familias se encuentran cada vez más desorientadas, pues lejos de educar acaban cobrando temor al los hijos y por eso ya no se enfrentan a ellos, explicó Saramago.
Estas de abajo son algunas de las citas textuales que el autor hace de Saramago, recogidas de diversos medios:
Quisiera una prosa descansada, tranquila, que dijera las cosas más serias de forma simple. Una prosa que se ayudara a sí misma y en la que yo no interviniera.
Me veo como un narrador oral cuando escribo (...) Ahora bien, el narrador oral no usa puntuación, habla como si estuviera componiendo música. (...) Determinadas tendencias que reconozco y confirmo (estructuras barrocas, oratoria circular, simetría de elementos) supongo que me vienen de una cierta idea del discurso oral tomado como música.
Las tres enfermedades del hombre actual son la incomunicación, la revolución tecnológica y la vida centrada en su triunfo personal.
Yo quiero que en mi lápida diga "Aquí yace, indignado, José Saramago"
.Este libro se editó en 2007. Saramago murió en 2010 y fue cremado, por tanto, no hay tumba, pero sí una piedra que reza: "pero no subió a las estrellas, si a la tierra pertenecía" (frase tomada de su novela Memorial del convento). Sus cenizas fueron depositadas en partes iguales en su Azhinaga natal y en la isla española de Lanzarote donde murió.

7 comentarios:

José A. García dijo...

Saramago me resulta una persona de la que siempre se puede hablar, no sólo por su obra, sino por su forma de pensar, su forma de vivir la vida y de hacer las cosas.

Una de las pocas personas íntegras que conocieron la segunda mitad del Siglo XX y principios del XXI.

No conocía este libro. ¿Lo conseguiste en Argentina o lo pediste afuera?

Saludos

J.

Noelia A dijo...

Sí, José, una persona lúcida realmente.

Lo conseguí en Tematika, si abrís la página de temátika verás que está allí. Hay muy poco material de estudio referente a este autor en la Argentina (para no decir que hay poco de unos cuantos). Es una pena porque verdaderamente hay mucha bibliografía de Saramago en español, pero por alguna razón no llega.

Lo que tiene de bueno temátika es que da acceso a las primeras páginas del libro, así se puede husmear el índice e incluso algunos capítulos y corroborar si es lo que uno quiere comprar. Este tiene dos capítulos en exposición para chequear.

Saludos

José A. García dijo...

¿Apología de tematika?

La única vez que compré por internet un libro, en una página argentina, me cobraron casi el doble por el envío y el libro llegó destruido por el correo. Y ni el correo ni la página donde lo compré (que no era tematika), se hicieron cargo. Conclusión: pagué el doble por un libro que no valía ni la mitad.

Pero bueno, son mis experiencias con ese tema.

Saludos

J.

Noelia A dijo...

Qué mal que te haya llegado en tan mal estado. Sin necesidades laudatorias te digo que he encargado varias veces a temátika, y siempre la encomienda ha llegado perfectamente.
Quizás le remarquen algún sobreprecio a los libros por el buen servicio, eso hay que esperárselo.
Pero aún así el envío cuesta menos que trasladarse en colectivo a BS AS o a Córdoba capital, que a uno estoy a siete hora y al otro a tres y media. Es cuestión de conveniencias.

Saludos

José A. García dijo...

La distancia es todo un tema, es cierto.

Ojo que no hablaba mal de tematika, sino de otra página similar y que todavía sigue trabajando de lo mismo.

Lo importante es tener los libros, no importa como (o casi que no importa).

Saludos y Suerte

J.

Noelia A dijo...

José, sí se entendió bien. Yo también tengo ese miedo, y eso que nunca tuve la experiencia tuya. Por ejemplo hay un tomo de las obras completas de Chejov, pero es mercado libre y me da cosa. Je...

José A. García dijo...

Mercado libre es una lotería...

Suerte

J.

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