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viernes, 17 de diciembre de 2010

Páginas envenenadas, El halcón del rey Sinabad & El nombre de la rosa

...."Pero el rey, lleno de impaciencia no le escuchaba ya; cogió el libro y lo abrió, pero encontró las hojas pegadas unas a otras. Entonces metiendo su dedo en la boca, lo mojó con su saliva y logró despegar la primera hoja. Lo mismo tuvo que hacer con la segunda y la tercera hoja, y cada vez se abrían las hojas con más dificultad. De ese modo abrió el rey seis hojas, y trató de leerlas, pero no pudo encontrar ninguna clase de escritura. Y el rey dijo: '¡Oh médico, no hay nada escrito!'

...."Y el médico respondió: 'Sigue volviendo más hojas del mismo modo'. Y el rey siguió volviendo más hojas. Pero apenas habían pasado algunos instantes circuló el veneno por el organismo del rey en el momento y en la hora misma, pues el libro estaba envenenado. Y entonces sufrió el rey horribles convulsiones, y exclamó: '¡El veneno circula!' "

El halcón del rey Sinabad, Las mil y una noches


....Les dejo esta curiosidad que hallé. Un cotejo interesante entre una idea que aparece en un antiquísimo cuento y que se retoma en la novela de Umberto Eco: El nombre de la rosa. Como podrán ver, el tópico del libro con bordes envenenados se repite en ambos textos. ¿Se habrá Umberto Eco inspirado en este relato al momento de escribir su gran obra maestra? Yo creo que es muy probable, un autor de la talla de Eco no debe de ignorar Las mil y una noches. La verdad es que no he consultado bibliografía sobre la novela en cuestión. En todo caso, de ser esta la fuente del modus operandi del asesino de Eco, ha sido un gran trabajo el de construir tremenda obra a partir de una simple idea. La intertextualidad, esa capacidad de rescatar y remodelar, reconstruir trayendo del pasado o aunando fragmentos, siempre me inspiró admiración. Es como un reciclado de conceptos o de hechos que son resignificados, vueltos a usar, pero de distinta manera.
Los libros hablan entre ellos
, dice Guillermo en la novela.
....La literatura es una práctica semiótica, dice Julia Kristeva. Yo estoy de acuerdo. Es más, de los tantísimos y disímiles conceptos, a veces encontrados, que se concibieron de Literatura en diferentes épocas y bajo diferentes puntos de vista, me quedo con el de ella; se pude alegar que es bastante general , incluso se puede objetar que todo es una práctica semiótica, no sólo la literatura. Pero bueno, también Julia Kristeva dice que todo es susceptible de transformarse en literatura. Al menos, me conforma más que aquel concepto que pretende englobar todo en una intensión estética. A veces la hay, pero a veces creo que no, o que, al menos, no prima. Incluso si la estética fuera la caracterísita primordial de la literatura, habrá claros conflictos a la hora de delimitar qué es bello y qué no, porque ello es algo condicionado por el medio en donde el individuo se desarrolla y por los paradigmas de belleza que estén en vigencia a la hora de discernir lo que es bello de lo que no lo es.

...."—¡Entonces no es cierto que me consideras tan perspicaz, Jorge! Tú no lo ves, pero llevo guantes. Con este estorbo en los dedos no puedo separar un folio de otro. Tendría que quitármelos, humedecerme los dedos en la lengua, como hice esta mañana cuando leía en el scriptorium y de golpe comprendí también este misterio, y debería seguir hojeando el libro así hasta que mi boca hubiera recibido la cantidad adecuada de veneno. Me refiero al veneno que un día, hace mucho tiempo, robaste del laboratorio de Severino, quizá porque ya entonces estabas preocupado tras haber oído a alguien en el scriptorium manifestar su interés por el finis Africae o por el libro perdido de Aristóteles, o por ambos a la vez. Creo que tuviste guardado el frasco mucho tiempo, reservándote su uso para cuando advirtieses algún peligro. Y lo advertiste hace unos días, cuando Venancio se acercó demasiado al tema de este libro…"

El nombre de la rosa

3 comentarios:

Marisa dijo...

Hoy nos presentas dos libros que adoro: Las Mil y una Noches , y El nombre de la rosa. Ambos son dos joyas de la Literatura que nadie puede perderse.

Planteas un tema muy interesante, Noelia: la intertextualidad. En relación con esto, el primer libro, Las Mil y una Noches, ha sido la fuente de la cual han bebido cientos de escritores, utilizando sus cuentecillos, sus moralejas, haciendo versiones de ellos y, en definitiva, impregnándose de la sabiduría práctica que late por todo ese libro. Por tanto, no es de extrañar que U.Eco haya utilizado el detalle del envenenamiento a través de las hojas del libro, para reutilizarlo en sus escritos. Mencionas una frase del libro, puesta en boca de Guillermo, que me parece un buen resumen de todo esto:
"Los libros hablan entre ellos".
Así ha sido y así será.

Me ha gustado muchísimo tu entrada de hoy.
Abrazos.

Noelia A dijo...

Gracias, Marisa. A mí también me encantaron ambas obras. Las mil y una noches es imperdible realmente, no cansa por la gran variabilidad de los cuentos; y El nombre de la rosa es magistral.

Un abrazo grande

Anónimo dijo...

Muy interesante tu "cotejo " entre dos libros apasionantes. Y muy bellamente construida tu pagina.
Me atrevo a sugerir otros dos "cotejos" que recuerdo ( escribo de memoria , sin mirar en Wikipedia!)
El primero entre "El traje nuevo del Emperador " y el "Retablo de las maravillas" , en los dos se trata del engañar haciendo creer que un traje es invisible para los tontos o necios , cuando en realidad no hay tal traje ( y el emperador va desnudo).
El otro, lo recuerdo peor, entre "El Rodaballo" de Gras y "Santuario" de Faulkner. En ambos se relata una violacion utilizando una mazorca ( o algo parecido)
( igual mi memoria se equivoca...)
Saludos

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