Isacc Asimov, escritor y bioquímico, estudioso de la Historia, es el acuñador del término robótica. Introduce en la ciencia ficción la idea de un robot como la confluencia de la máquina más la computadora. Inicia una nueva etapa dentro de la literatura de este género que, antes de él, presentaba a los robots como grandes masas hostiles, bélicas y torpes. En los robots de Asimov no hay maldad, ni siquiera hay errores, puesto que lo que ellos hacen es consecuencia directa de la lógica implantada en su cerebro. No hay odio o ansias de dominio por soberbia, sino racionalidad. Todo lo que hacen deviene de tres reglas básicas que el humano ha programado en todo cerebro positrónico (robótico) que son las siguientes y que aparecen expresas por primera vez en el cuento Círculo vicioso, que me pareció uno de los más interesantes:
1. Un robot no debe dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un ser humano sufra daño.
2.Un robot debe obedecer las órdenes que le son dadas por un ser humano, excepto si estas órdenes entran en conflicto con la Primera Ley.
3.Un robot debe proteger su propia existencia, hasta donde esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley.
En todo caso, si algo falla hay pocas opciones: o lo que el humano ve como una falla, en realidad no es tal cosa, o el robot ha interpretado correctamente un lineamento de datos y órdenes que son erróneas, o el humano dio de manera equívoca e inexacta los preceptos a seguir.
....Son cuentos que nos trasladan hacia aquello que todavía no es, pero que podría ser y que, por medio de ese conocimiento del humano que la Historia nos revela, podemos antelar que sucederá. La historia tiende a repetirse, porque los seres humanos tenemos siempre las mismas pasiones, buenas y malas. ¿Pero qué pasa cuando la creación supera al creador?
Los tres relatos cuyo título se muestra de color azul son los que sugiero al lector que quiera probar antes de zambullirse. Se pueden leer independientemente, ya que, aunque guardan cierta relación, este nexo es meramente complementario, nada obligado o correlativo que interfiera la comprensión del texto. Aquí hago breve sinopsis de los diez cuentos que constituyen justo la mitad del libro, porque sería una entrada demasiado larga si expusiera todos los cuentos de una sola vez. Igualmente el lector de este post puede prescindir de la lectura de dichas síntesis.
Primera mitad
Visiones de robot:
"-Cuando los enviábamos a cortas distancias al futuro —cinco minutos, cinco días — al final volvían a aparecer [...] pero lo que se quería era enviar algo lejos en el futuro y hacerlo volver." Como el humano más insignificante es valioso, los temporalistas deciden enviar a un robot al futuro. Las noticias que éste trae varían demasiado de los lúgubres pronósticos de los científicos, de modo que les cuesta creer que la tierra no se ha destruido en ese futuro y que todo fuera próspero y apacible.
Por temor de alterar ese futuro ideal del que se tienen noticias, los temporalistas desisten de enviar cualquier otro robot al futuro. Una estrategia del narrador testigo nos pone en aviso de lo que Archie posiblemente estaba viendo.
¡Muy mal!
Un paciente enfermo de cáncer, tras rechazar los métodos convencionales de tratamiento, se somete a uno experimental: la miniaturización, consistente en el empequeñecimiento de un robot, que ha de adquirir gradualmente el tamaño celular y deberá, una vez inyectado en el cuerpo del enfermo, eliminar las células cancerosas. Hay un riesgo cuyo resultado es fatal, la redilatación del robot, que viene a ser un retorno brusco al tamaño original.
Robbie:
Se trata del Robot niñera encargado del cuidado de una niña de ocho años, Gloria. Un buen día a la madre se le ocurre peligroso e inadecuado dejar a su cuidado su pequeña niña, y retira al robot de la casa, fingiendo un extravío. El padre, que se ha opuesto siempre a estas decisiones maternas, finaliza propiciando el encuentro de su hija con Robbie, pues la niña cae en un pozo depresivo.
Ordenan a Speddy ir por selenio, pero el robot no regresa. Resulta que está atrapado entre dos leyes. Las leyes de la robótica tienen una jerarquía, siendo la 1 las más importante y la 3 la menos importante. ¿Pero qué pasa en este modelo especialmente caro de robot en cuyo cerebro positrónico se ha resaltado la ley número 3 a fin de evitar pérdidas mediante una fácil rotura?
Razón:
El robot se siente superior al humano y toma el mando de la nave, irguiéndose en profeta. Es un robot que cree en Dios.
".-¿Qué está diciendo ese kilómetrico cubo de basura parado andante? ¿Qué es lo que no creía?
....-Es un escéptico-fue la amarga respuesta-. No cree que lo hayamos hecho nosotros, o que existe la Tierra o el espacio o las estrellas."
Un robot lee las mentes. Pronto todos quedan embelesados ante su virtud y van hasta él por respuestas. ¿Por qué luego confirmarán que miente? ¿Como es posible que un robot mienta?
....La prueba:
Cierto funcionario, el fiscal de distrito, es acusado de ser robot por la oposición. La prueba que debe pasar es, además de la de comer, la de poder incumplir las leyes de la robótica que todo robot tiene grabadas en su cerebro positrónico. Menudo conflicto. Se desconfía de él porque sus planes políticos son demasiado humanos para ser humano.
Ha desaparecido un robot:
Resulta que se construyen unos pocos robots alterados en lo de las estrictas tres reglas, a fin de que dejen trabajar a los obreros expuestos a los rayos gama (debidamente protegidos por sus trajes) No quieren que ningún robot corra a rescatarlo impelido por la ley número 1. En fin, que uno de esos robots en instancias de prueba desaparece y se mezcla con la recién llegada camada de 62 robots normales. Es un relato intrigante, pues la robopsicóloga deberá descubrir al robot intruso, porque ahora hay 63 y todos dicen lo mismo al ser interrogados: uno miente.
Se puede evitar el conflicto:
Un cuento que recava de la Historia los datos necesarios para imaginar el futuro, pues las miserias humanas no cambian a pesar de los tiempos. Tiene mucha terminología técnica, sobre todo del campo de la Química. Es el futuro de la Tierra, dividida ahora en cuatro grandes regiones: la Nórdica, la Tropical, la Oriental y la Europea. El gobierno depende de las Máquinas, están programadas para dictar lo que debe hacerse y son obedecidas. No pueden fallar, ni siquiera se les puede cargar con datos falsos, pues ellas los reconocen y los rechazan. ¿Entonces qué es lo que falla? ¿Por qué hay tantos errores?
Este es un cuento que me gustó en particular. La empresa dedicada a la construcción de robots decide hacer un robot carente de todo programa previo, vacío, que por sí mismo explore el mundo y descubra cosas. Quieren llegar al meollo de la intuición femenina, saber qué es y cómo opera, cómo es el proceso asociativo que llega a obtener respuestas por medio de la intuición.
El robot es armado por voluntad del robopsicólogo Mandarian (sustituto de la jubilada Susan Calvin) y su estructura es igual que la de los otros robots, solo un dejo sutil indica la feminidad. Jane es trasladada de manera clandestina, pues no la desactivan durante el traslado por no cortar la cadena de asociaciones que ya ha iniciado. Como meta le ponen descubrir un planeta habitable, las probabilidades de hallarlo y las coordenadas precisas. Un desafortunado accidente en la planta donde está la robot y el robopsicólogo hace que mueran tanto éste como la robot (Jane) minutos después de que Mandarian llamara a la empresa anunciando que Jane ¡ha dado la respuesta!
Al director de la empresa, Borget, no le queda más que, acuciado por los miembros, acudir a la mentada Susan Calvin, quien es una especie de Poirot, pero con una actitud menos afable. Aquí cito al personaje genial que es Susan Calvin:
"-¿Intuición femenina? ¿Para eso queríais el robot? Menudos sois los hombres. Os enfrentáis con una mujer que ha llegado a una conclusión correcta e incapaces de aceptar el hecho de que es igual o superior a vosotros en inteligencia, inventáis algo llamado intuición femenina."
Susan Calvin se encierra en la oficina y revisa documentos, cintas y datos, al cabo de tres cuartos de hora sale de allí dentro:
"-Lo que te pasa a ti Peter es que cuando piensas en un testigo de una declaración planetológica, piensas en planetólogos. Divides a los seres humanos en categorías, menospreciando y desdeñando a la mayoría de ellos. Un robot no puede hacer esto. La Primera ley dice: un robot no puede causar daño a un ser humano, o por medio de la inacción permitir que un ser humano sufra daño. Ningún ser humano. Esta es la esencia del punto de vista robótico [...] Para un robot todos los hombres son completamente iguales y, para un robopsicólogo que debe forzosamente tratar con robots a nivel robótico, todos los hombres son completamente iguales."
La cuestión es que el único testigo no es un planetólogo y Susan lo sabe. Sabe quién ha oído el preciado resultado que Jane dijo, quién sabe cuáles planetas son susceptibles de ser habitados y en qué galaxia se encuentran, dominados por qué estrellas. Está absolutamente segura de que el que trasladaba a Jane y al robopsicólogo, un camionero, es el testigo.
""-¿Pero cómo puedes estar segura?
Susan tuvo la tentación de decir: Porque he llamado a Flagstaff, estúpido, porque he hablado con el conductor, y porque me ha contado lo que oyó, porque he consultado la computadora de Flagstaff y he sacado las tres únicas estrellas que encajan con la información, y porque tengo sus nombres en el bolsillo.
....Pero no lo hizo. Que lo descubriese por sí mismo. Con sumo cuidado, se puso de pie y dijo sardónicamente:
-¿Cómo puedo estar segura...? Llámalo intuición femenina."